Archivo por meses: May 2015

La Sección Sindical de Enseñanza de CNT apoya la lucha de las intérpretes de signos de secundaria

Tras largo tiempo de abusos y despropósitos, con una situación laboral de absoluta precariedad a pesar de la importancia social de su labor, las intérpretes de signos de Málaga están en lucha con diversas acciones contra la administración.

La función social de lxs intérpretes de signos, especialmente en los centros públicos de secundaria, es fundamental para la integración de lxs adolescentes, y lxs docentes que hemos tenido la oportunidad de trabajar con ellxs en clase conocemos bien el valor de su trabajo. No así la administración de la Junta, a la que le basta con referirse a ello cuando le conviene ponerse medallitas y silenciar, sin embargo, su nefasta actitud: el servicio se deriva a una empresa privada, que impone unas condiciones absolutamente inadmisibles a lxs trabajadorxs (más información aquí).

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En Málaga, el colectivo ha iniciado movilizaciones que comenzaban con un encierro en el edificio de la Delegación Territorial de Educación, y que fue impedido por la policía.

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Desde la sección sindical de enseñanza del SOV de CNT-Málaga manifestamos nuestro apoyo a la lucha de estas trabajadoras, suscribiendo las reivindicaciones de su manifiesto y exigiendo a la Junta de Andalucía que cese de privatizar servicios de fundamental importancia social.

http://malaga.cnt.es/spip.php?article1047

Aprender no es aprobar exámenes, por Carlos Magro

Compartimos aquí este interesante artículo del blog de Carlos Magro.

No hay que dejar nunca que los niños fracasen; hacerlos triunfar ayudándoles si es necesario, mediante una generosa participación del maestro. Hay que hacerlos sentirse orgullosos de su obra. Así será posible conducirlos hasta el fin del mundo”, afirmaba el pedagogo francés Celestin Freinet en su libro Técnicas Freinet de la escuela moderna.

Esta semana he tenido la suerte de volver al recomendable espacio de La 2 de TVE La Aventura del Saber. Desde aquí quiero agradecer la invitación y darles la enhorabuena por el programa y por su profesionalidad. Merece la pena consultar el archivo del programa.

En esta ocasión hablamos de cambio educativo y de evaluación. Dos temas claves y de absoluta actualidad. Dos temas además profundamente relacionados entre sí.

No son pocos lo investigadores y los profesionales de la educación que llevan años estudiando el cambio educativo y que sostienen que la clave para este cambio se encuentra en modificar nuestra manera de evaluar. Cuestionarse cómo evaluamos, cambiar los objetivos de la evaluación, fomentar una evaluación formativa, experimentar con nuevas maneras de evaluar son para muchos el primer paso para el cambio educativo (para estas cuestiones recomiendo visitar el Blog EvaluAccion)

En cierta manera hemos confundido el acto de aprender con el de aprobar exámenes. Y esto, además de provocar exclusión, es una manera muy limitada de abordar la complejidad de la educación y el aprendizaje. No es lo mismo evaluar que examinar, ni evaluar que calificar. Aprender no es aprobar exámenes.

Nuestra propia experiencia hace que equiparemos la evaluación al acto de calificar. En general, domina la finalidad de rendición de cuentas sobre el objetivo formativo y de aprendizaje. Sabemos, sin embargo, que los exámenes no son la única manera de evaluar el aprendizaje. Disponemos de un amplio catálogo de formas de evaluar bastante más finas que el exámen o el test (aquí). Parece una obviedad pero nunca está de más recordar que nuestro objetivo como docentes es la calidad del aprendizaje de nuestros alumnos. Superar exámenes. Obtener títulos (Diploma Disease. Ronald Dore) no debería ser nunca el objetivo. El fracaso no es un indicador de éxito. Como dice Freinet no deberíamos permitir que los niños fracasen.

Cómo estudia un alumno depende de cómo pregunta el profesor, depende en última instancia de la evaluación esperada. Evaluaciones y exámenes condicionan no sólo qué estudia el alumno sino, sobre todo, cómo lo estudia. Aprender con el fin de aprobar un examen es muy diferente de aprender por aprender. Esto es lo que sostiene Stobart Gordon en su libro “Tiempos de pruebas. Los usos y abusos de la evaluación”: “la evaluación influye directamente en lo que aprendemos y en cómo lo aprendemos y puede limitar o promover el aprendizaje efectivo”. Y es también lo que sostenían hace casi 45 años los autores del libro El curriculum oculto.

El curriculum oculto, por oposición al curriculum abierto que es lo que se ve (objetivos de aprendizaje, temarios), es entre otras cosas lo que está implícito en los exámenes. Y condiciona no solo lo que estudian los alumnos sino también y más importante cómo estudian los alumnos.

Hay estudios que muestran que los alumnos estudian mejor (o al menos de otra manera) cuando esperan preguntas de respuesta abierta. Que un enfoque superficial en el estudio está asociado a buenos resultados en un examen tipo test y a peores resultados en un examen de preguntas abiertas y por el contrario que un aprendizaje profundo está asociado a buenos resultados en las prueba abiertas y a peores en las pruebas “objetivas”.

Hoy día es cada vez más claro que debemos trabajar principalmente el aprendizaje profundo por ser aquel que mejor desarrolla las competencias de alto nivel necesarias para vivir en el siglo XXI como el pensamiento crítico, la comunicación, la colaboración, la resolución de problemas y el aprender a aprender. El mundo no es un libro que debemos aprender a leer. Es más bien un conjunto variable de preguntas abiertas y cambiantes. Aprender a vivir sería, como dice Fina Birulés, desarrollar “nuestra capacidad de pensar, de valorar afirmativa o negativamente lo que ocurre, de especular sobre lo desconocido o lo incognoscible.”

Los exámenes son parte de un modelo tradicional de enseñanza en el que la información se transmite a los estudiantes para que posteriormente los alumnos “vomiten” esa información. Es lo que Paulo Freire, otro gran pedagogo que exploró el concepto de curriculum oculto, denominó en su libro Pedagogía del Oprimido la educación bancaria.

Para algunos expertos como Alfie Kohn es paradójico y en cierta manera desconcertante encontrar maestros con un enfoque constructivista y centrado en el estudiante que adoptan formas activas e interactivas de aprendizaje, pero que sin embargo, siguen dependiendo de los exámenes como principal forma de evaluación en sus aulas.

Durante los 10 min que duró la entrevista también hablamos un poco de cambio educativo. La historia reciente de nuestra educación es la historia de un cambio educativo necesario y deseado que no termina nunca de llegar. Es la historia de soluciones (reformas educativas, formación, tecnología) que fracasan. Y es la historia que resulta de ignorar la importancia que para este cambio tiene la cultura escolar y la gestión del cambio.

Hay un libro que me gusta mucho y que recomiendo leer por su vigencia, a pesar de los 20 años que tiene, titulado La escuela que queremos en el que se sostienen que “son los docentes y directores, individualmente y en grupos reducidos, quienes deben crear la cultura escolar y profesional que necesitan. Por este objetivo vale la pena luchar, dentro y fuera de la escuela, dicen sus autores Michael Fullan y Andy Hargreaves.

De alguna manera, y Fullan lo ha desarrollado en publicaciones posteriores, parece que por fin hemos asumido que el cambio no nos vendrá dado desde arriba sino que será el resultado del impulso individual y colectivo de los profesionales de la enseñanza y de las escuelas. Parece que empieza a haber consenso en que la unidad más apropiada para este cambio es el centro educativo (o las redes de centros educativos conectados). Que el camino pasa por que cada escuela deje de ser solo una unidad administrativa para convertirse en un proyecto educativo.

La experiencia nos dice que debemos esforzarnos por diseñar aulas y escuelas innovadoras, no sólo experiencias innovadoras de aprendizaje individual.

Todo parece apelar a la necesidad de combinar nuestra responsabilidad individual con nuestro compromiso colectivo.

Aprender no es aprobar exámenes

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BAKUNIN Y LA PEDAGOGÍA ANTICIPADA

Artículo de Ana Sigüenza publicado en el periódico CNT, en su suplemento «Bakunin Inmortal» en el bicentenario de su nacimiento.

El aire fresco de Bakunin sigue soplando por la pedagogía. Aunque solo hubiera influido en Paul Robin, ya habría sido sufiente, pero su influencia es de raíz muy profunda.

Proudhon, Bakunin y Kropotkin suelen afrontar la cuestión educativa en obras generales y globales en las cuales se analizan las causas de la insatisfactoria realidad social y el papel de la educación en su análisis es poco común. En lenguaje actual, su análisis es sistémico: del macrosistema al microsistema.

Tendrían que pasar 150 años más para que Bronfenbrenneri enunciara su teoría ecológica del desarrollo humano, hablando de algo parecido.

Para pensadores como Bakunin, la fnalidad de la educación es contribuir a la transformación social, educando personas para su implicación en la transformación misma. ¿Cómo?

SIN COACCIÓN

Hoy la Iglesia y el Estado tienen roles distintos a losque se veían en época de Bakunin. Basan su infuencia en resultados explícitos de educación formal, pero precisamos enfocar a la educación no formal y, especialmente, a la informal, bicoca del poder establecido que —sin resistencia— garantiza una ósmosis de sus principios y valores, base de la dominación y de la pasividad general de la sociedad. Hoy la reproducción social viaja en i-phone.

Bakunin ya habría abordado el papel de toda la educación (formal, no formal, informal) en la reproducción/transformación social, si viviera.

Inútil controlar la educación como si solo produjera en la escuela. Podemos llevar a las criaturas a una escuela alternativa o no llevarlas a ninguna escuela, pero si tienen fibra óptica y libre acceso a la tele-basura, ese aislamiento que pretendemos nunca tendrá lugar, las criaturas absorberán machismo, consumismo, conformismo, interclasismo, etc.,.. y si optamos por una no-directividad, no tendrán oposición.

Afortunadamente, otra idea fuerza vuelve a traer a la actualidad su discurso pedagógico: La libertad.

LA LIBERTAD

Bakunin acentuaba más la libertad, como fin, y la libertad colectiva, que la libertad individual, como medio educativo, base de las pedagogías no directivas como las de Rousseau y Rogers (S. XX). Éstas la consideran una característica natural en el individuo, lo que tanto provocaba a Bakunin, siempre opuesto a lo rousseauniano.

Para él, la libertad es construida y ganada socialmente, colectivamente, y no sería una finalidad exclusiva de la educación libertaria, sino de otros medios revolucionarios eminentemente alteradores del orden social injusto. Es por influencia bakunista que la educación libertaria se apartaría de la simple pedagogía no directiva, pero mejor lo explica él mismo:

«(….) no se emancipa del yugo de la naturaleza exterior más que por el trabajo colectivo o social, (…); y sin esa emancipación material no puede haber emancipación intelectual y moral para nadie.

(..) la libertad de todo individuo no es otra cosa que el refejo de su humanidad o de su derecho humano en a conciencia de todos los hombres libres, sus hermanos, sus iguales.

(…) Se ve que la libertad, (…) es (…) eminentemente social, porque no puede ser realizada más que por la sociedad y solo en la más estrecha igualdad y solidaridad de cada uno con todos. (…) es el pleno desenvolvimiento y el pleno goce de todas las facultades y potencias humanas para cada uno por la educación, por la instrucción científca y por la prosperidad material, cosas todas que no pueden ser dadas a cada uno más que por el trabajo colectivo, material e intelectual, muscular y nervioso de la sociedad entera. (Dios y el Estado)».

Estas pocas líneas encierran la esencia del pensamiento pedagógico bakunista, asumido naturalmente por el anarcosindicalismo español del siglo XX: Es decir, una llamada «escuela libertaria» en sentido amplio no puede ser una burbuja de libertad en una mar de injusticia y falta de libertad. Rodeada de coerción social desde los demás agentes sociales su inofensiva actividad no conseguiría incidir.

Comprendiendo la búsqueda de soluciones individualistas, hay que acompañarlas de una refexión sobre el proceso pedagógico de una construcción colectiva de la libertad en paralelo al desmontaje del autoritarismo, tal y como señala Bakunin.

Para él no hay educación neutral, sino una implicación al humano en la construcción de una nueva sociedad más libre y más justa y ello solo puede conseguirse colectivamente.

EDUCACIÓN INTEGRAL

Respecto al concepto de educación integral —la concepción más genuina de la pedagogía libertaria—, también Proudhon se separaba del individual-liberalismo por analogía entre igualdad social y educación integral.

Estos ‘abuelos’ anarquistas siempre alertas a que el enfoque individualista no hurtara el político-económico, donde el enfoque de clase se une a una concepción anarquista del trabajo que posibilite la autogestión socioeconómica, con la educación integral a lo largo de la vida como práctica sinérgica a la misma.

Insiste mucho Bakunin en reforzar la educación integral como vía de proporcionar una vida más justa, pero veía lúcidamente sus difcultades para desenvolverse en la sociedad capitalista. Lo que no ocurriría con la educación integral rousseaniana: Individualista, preceptorial y determinista social, como derecho de ciertas personas acomodadas a desarrollar todas sus potencialidades a costa de los demás, muy propio de la burguesía.

Si una escuela diferente no puede conseguir sola una sociedad diferente, tampoco es posible una sociedad más justa, sin un ser humano diferente para cuyo desarrollo es necesario un modelo de, llamemos escuela, coherente con ella.

¿UN MODELO DE ESCUELA O LA DESAPARICIÓN DE LA ESCUELA?

Mientras predomine la visión de clase en los medios libertarios se percibirá como ingenua esa pedagogía individualista y no-directiva, sin fnalidades colectivas transformadoras, sin paralelismo a otras prácticas transformadoras como el sindicalismo revolucionario, la colectivización, autogestión de los medios de producción, etc.

Y Bakunin seguirá ahí negando el realismo de que la libertad sea posible en un medio social determinista y que el individuo pueda sustraerse de la infuencia social:

«¿Será preciso, pues, eliminar de la sociedad toda enseñanza y abolir todas las escuelas? No, de ningún modo, es preciso esparcir a manos llenas la instrucción en las masas, y transformar todas las iglesias, todos esos templos dedicados a la gloria de dios y al sometimiento de los hombres, en otras tantas escuelas de emancipación humana. (Bakunin, Dios y el Estado)».

En suma, este abuelo defendió la escuela; reforzó y desarrolló la definición de educación integral; arremetió contra la Iglesia y el Estado; ligó como nadie educación con emancipación; distanció la pedagogía libertaria de la individualista/no directiva y consolidó la autogestión como objetivo social y pedagógico, no como simple técnica educativa.

Unos doscientos años, muy bien llevados por lo que se ve.

cnt.es/sites/default/files/Bakunin%20web.pdf

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